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Apuntes
Históricos Eche
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La presencia de
los primeros judíos en el territorio actual de Rumania ya se había señalado
desde el período de la Dacia Romana, hecho debido al alistamiento de gentes
de origen judío en las legiones romanas y sus tropas auxiliares. Hay
indicios arqueológicos que muestran cómo algunos manufactureros llegaron
acompañando estas unidades del ejército. Los primeros documentos que
atestiguan a los judíos de Transilvania datan de la regencia de Ladislao I y
Coloman (los siglos XI y XII) en donde se muestran harto hostiles a ellos.
Béla IV adoptó en 1251 medidas de relativa rehabilitación para con la
comunidad judía, factor que estimuló que los judíos se asentaran en Hungría
(incluyendo Transilvania). |
Los primeros casos de persecución de los judíos se registraron a principios
del siglo XVI. A Mihai Viteazul (Miguel el Valiente), quien en 1593 se
coronó Príncipe de Los Países Rumanos con el apoyo de la Sublime Puerta, la
población griega, judía y turca de Constantinopla le costeó sus campañas
militares. Después de haber subido al trono, convocó a todos sus acreedores
y los mató hasta el último. El 11 de Agosto del 1601 entró en Cluj junto con
el general Basta, y quitó la vida a los judíos y anabaptistas lugareños,
prendiendo fuego a la ciudad. Los judíos sufrieron al igual bajo el Príncipe
Segismundo Bathori, quien les echó la culpa de haberse coligado con Mihai
Viteazul. En Transilvania, durante el siglo XVII, bajo las potentes
influencias del espíritu reformista, el Príncipe Gabriel Bethlen (1613-1629)
instó a los mercaderes judíos del Imperio Otomano que se asentasen para
reavivar el comercio. Más tarde, después de la integración de Transilvania
en el seno del Imperio Habsbúrgico (1691), los judíos transilvanos ampliaron
sus relaciones comerciales hacia el Occidente. Los emperadores de Austria no
favorecían a los comerciantes hebreos, en virtud de lo cual a partir de 1700
se les prohibió afincarse en las inmediaciones de las ciudades mineras. Des
de 1736, los judíos ya no tenían el derecho de importar mercancías de
Alemania o Polonia. Las ordenanzas municipales de la ciudad de Alba Iulia
estipulaban en 1741 que a los judíos se les concediese vivir dentro de la
ciudad sin el derecho de arraigo. La vida de los judíos comunes carecía a
menudo de seguridad: hubo pogromos en Marghita, las Montañas del Ciuc, y
Maramures. El Parlamento húngaro adoptó en 1867 el proyecto de ley sometido
por el Barón Eötvös József, según el cual los habitantes israelitas de todo
el país gozasen de los mismos derechos civiles y políticos que sus
conciudadanos cristianos. En 1895 se le reconoció a la confesión judaica las
mismas prerrogativas que a las demás religiones. Testimonios sobre la
organización de las primeras comunidades hebreas de los Países Rumanos se
hallan en varios documentos, crónicas y apuntes de viaje, comenzando desde
el siglo XVII. Como consecuencia de las persecuciones iniciadas en la misma
época en algunos de los países occidentales (sobre todo España y Portugal),
se intensifica el asentamiento de los judíos expulsados (en su mayoría,
sefardíes) dentro del Imperio Otomano y después también en los Países
Rumanos, siendo principalmente llamados para (re)poblar las aldeas y lugares,
y desarrollar el comercio. La aparición de los primeros judíos en Moldavia
se relaciona con la rebelión de los cosacos ucranianos del año 1648. Edictos,
ordenanzas y demás actas oficiales expedidas por las autoridades rumanas han
afianzado el funcionamiento de las primeras comunidades mosaicas y,
simultáneamente, la libertad de practicar la creencia y los preceptos
religiosos, el reconocimiento de los sanedrines, la creación de los
institutos específicos de enseñanza, beneficencia y salud. La Tesorería del
Estado, interesada en cobrar tributo a los judíos, los equipara con fines
fiscales a un supuesto gremio ya des de los tiempos del Príncipe Constantin
Brîncoveanu. En Moldavia, en fuerza de una decisión tomada por la Sublime
Puerta, en 1719 se pone en uso el oficio llamado "hahambasie" - es decir, el
cargo de rabino en jefe de Moldavia. La ocupación rusa de los Países Rumanos
entre 1806 y 1812 también ha propiciado la penetración de un número
cuantioso de hebreos, llegados mayormente como proveedores del ejército. En
los años siguientes, entran cada vez más judíos en el país, a consecuencia
de las persecuciones sufridas en el Imperio Zarista y en Polonia.
El Tratado de Berlín, firmado el 28 de Julio del 1878 por las Grandes
Potencias, obliga al Gobierno de Bucarest a modificar el artículo 7º de la
Constitución para acordar la ciudadanía y, por ende, los derechos políticos
y civiles a todos los judíos de Rumania. Sin embargo, la emancipación
política de la población israelita llega a ser efectiva con la Unificación
del Estado Rumano en 1918, y cuyo compromiso incluido en el marco de los
derechos de todas las minorías en virtud de la Constitución aprobada en 1923
condujo a la unificación de las comunidades judías de Valaquia y Moldavia en
la Federación de las Uniones de las Comunidades Judías (1928). La
Constitución de 1923 les otorga los derechos civiles y políticos hasta la
instauración del régimen Goga-Cuza (el 28 de Diciembre del 1937).
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El Holocausto
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Bajo el régimen totalitario de Rumania durante el período comprendido entre
1940 y 1944 o el de la parte ocupada de Transilvania por las fuerzas de la
Hungría horthyista, acontecieron numerosos despojos forzosos de los bienes
judíos y la deportación de sus propietarios a Transnistria. El comienzo de
la guerra en contra de la Unión Soviética marcó el paso a acciones de una
brutalidad mucho más extensa. Tuvo lugar una serie de pogromos (en Iasi, con
aproximadamente 4,000 víctimas, u otros sitios ubicados en Besarabia y
Bucovina).
Los judíos de Bucovina y Besarabia - 185,000 - fueron llevados a la fuerza a
los campos de exterminio de Transnistria. Aunque las opiniones de los
históricos no siempre concuerdan, se puede apreciar que hasta el mes de mayo
del 1942, en torno a dos tercios de los deportados de los campos de
exterminio de Transnistria habían sido matados. En el otoño del 1942,
cuando los preparativos de la deportación de los judíos de Rumania a Polonia
estaban ya concretadas, el Gobierno rumano cambió bruscamente de rumbo y
renunció a esta medida. Después y paulatinamente se fueron quitando las
instalaciones de los campos de concentración de Transnistria. El 19 de Marzo
del 1944, Hungría fue ocupada por las tropas alemanas. Su nuevo gobierno
aceptó aplicar la "solución final" y, en un intervalo sumamente corto, los
judíos fueron concentrados en guetos (existieron centros en Oradea, Sighet,
Cluj, Baia Mare, Tirgu-Mures, Dej), luego pasando rápidamente a las
deportaciones (más de 150.000 judíos fueron deportados de la Transilvania
Norte). Es acongojador saber que los rumanos persiguieron a los judíos de
Transilvania so capa de ser "húngaros", mientras los húngaros los acusaban
de ser "rumanos". |
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La situación en la actualidad |
Durante el régimen
comunista, sobre todo mientras en el poder estuvo Nicolae Ceausescu,
éste se aprovechó de las intenciones del Estado de Israel de proteger a
los judíos de fuera contra los abusos, y acordó "exportar" casi en
totalidad a la comunidad judía de Rumania. Si en los años '30 había más
de 450 mil judíos en Rumania, hoy día, según el último censo llevado a
cabo, su número es menor que diez mil personas. Después de 1990, los
judíos están representados cultural y políticamente por la Federación de
las Comunidades Judías de Rumania (FCER), ente que coordina la actividad
de los cuatro centros más importantes del país (de Bucarest, Iasi, Cluj
y Oradea). FCER lleva una intensa actividad de difusión e investigación
principalmente sobre la historia de las comunidades judías de Rumania y
edita la publicación mensual "Realitatea evreiasca" (La realidad judía).
En el marco de la enseñanza estatal funcionan dos centros de estudios
judaicos, en la Universidad de Cluj y de Bucarest, respectivamente (desde
1998).
La vida judía en la
Ciudad del Bega
- por Luciana Friedmann
Aun
cuando los primeros vestigios de una presencia judía dentro del Condado de Banat
datan de los siglos ll–lll ec, la existencia de una comunidad de judíos en
Timiºoara se puede demostrar a base de los documentos que reflejan la entrega de
la fortaleza de Timiºoara del año 1716 por el gobernador otomano en las manos
del comandante del ejército austríaco, el Príncipe Eugenio de Savoya. En el
antiguo cementerio de rito sefardí se pueden encontrar tumbas desde los tiempos
de la ocupación turca, de las que el más antiguo pertenece al rabino y cirujano
Azriel Assael, fallecido en 1636. Un siglo después de su desaparición, el rabino
Meir Amigo junto con otros cuatro judíos de Estambul recibieron el derecho de
asentarse en la ciudad. Una vez otorgados los derechos civiles en el Imperio
Austro-Húngaro, la comunidad judía de Timiºoara tomó aumento alcanzando durante
la Primera Guerra Mundial cerca de 7,000 personas (aproximadamente un 10% de la
población entera de la ciudad).
Una de las más ilustres personalidades de entre los rabinos de Timiºoara fue
Oppenheim u Oppenheimer Zvi Hirsch ben David (1821-1859), con el sobrenombre de
“Gaon Rabbi Herschele Temeswarer”. Ha sido una personalidad religiosa que gozó
de un reconocimiento europeo, y su sepulcro erigido a guisa de mausoleo devino
un lugar de peregrinación tanto para judíos como para gentiles. El primer rabino
de Timiºoara fue elegido el rabino sefardí Jacob Moisés (1739-1741). Jacob Wolf,
que ejerció en calidad de rabino en el primer templo del barrio de "Cetate" (la
Ciudadela), llamado también “Judenhof” (en alemán, con el sentido de "el barrio
de los judíos"), en igual medida para los asquenazíes y los sefardíes, llegó a
ser investido en 1764 de "Oberrabbiner" (Gran Rabino, en alemán) de Transilvania
en la ciudad Alba Iulia, el centro de la vida judaica en aquel entonces, donde
vivían cerca de 3,000 judíos. Entre 1879 y 1908, en la sinagoga de "Cetate"
condujo la vida comunitaria el rabino y científico dr. Mauricio Löwy, seguido
hasta en 1970 por Maximiliano Drechsler. En la sinagoga ortodoxa de "Iosefin"
(de Josephstadt, de hecho, el "barrio de José" en alusión al Emperador Francisco
José) oficiaron sucesivamente los grandes rabinos Shück, padre e hijo.
El profesor Oscar Schwartz cita en su obra Trecutul ºi prezentul vieþii
comunitare evreieºti din Timiºoara ºi Banat (El pasado y el presente de la vida
comunitaria judía de Timiºoara y Banat): “La Segunda Guerra Mundial y las
persecuciones de los judíos que la precedieron proyectaron la sombra del odio
incluso sobre los hebreos de Timiºoara, así como sobre todos los israelitas de
Rumania.” En este contexto, pensemos solamente en las 2,833 personas obligadas a
trabajos forzados hasta en 1943. Todos estos campos en donde la humillación, el
odio, la ferocidad inhumana mostraron continuamente su peor cara, desarraigaron
a la gente de sus prácticas de antes de la guerra, cambiándole irremediablemente
su destino.
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